El único obstáculo que encontraban los estadounidenses para
bombardear a placer Japón era la isla japonesa de Iwo Jima. La isla estaba
situada en la trayectoria de vuelo de los bombarderos norteamericanos y contaba
con dos aeródromos (con un tercero en construcción) y una potente estación de
radar que permitía alertar con bastante antelación a Tokio de los ataques
aéreos. Esta alerta temprana generaba que los bombarderos se encontraran con
una nube de cazas enemigos esperándoles y las baterías antiaéreas lanzando una
intensa lluvia de proyectiles hacia ellos, lo cual generaba grandes pérdidas a
los aviones norteamericanos.
Para
los norteamericanos la solución a sus problemas era obvia, debían conquistar
Iwo Jima para evitar costosas pérdidas a sus escuadrillas de bombarderos y,
además, para usar los aeródromos de la isla, muy cercanos a Japón.
Podra ver un video acerca dicha guerra en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=3n4MsWMJJuE